domingo, 3 de noviembre de 2013

Memorias de una vida


Respiró profundamente,
memorias de una vida.
Y soñó quedamente,
soñó que vivía.

Creció solo en un mundo
donde no era bienvenido,
su madre muerta en un accidente absurdo,
y su padre siempre bebido.

Dicen que fue por eso,
que anduvo por el mal camino.
Alcohol, drogas y excesos,
que le hacían sentirse vivo.

Nunca tuvo muchos amigos,
y los que consiguió, no los mantuvo.
Solo en el frío,
entre nubes de niebla y humo.

Pero todo eso cambió,
cuando la conoció a ella.
Inundó su mundo de color,
y espantó a las tinieblas.

Le hizo creer que podía,
cambiar, tener fe, liberarse,
forjar una nueva vida,
donde no existiera el antes.

Pero el pasado siempre acecha,
esperando paciente el momento,
buscando una brecha,
para destrozar todos los sueños.

Tal vez fue por dinero,
tal vez por envidia;
pero una noche en medio del silencio,
le atraparían sus pesadillas.

Solo hizo falta un disparo,
de una sombra en medio de una calle vacía,
nadie vio el resplandor claro,
de una historia que se diluía.

Respiró profundamente,
memorias de una vida.
Cayó silenciosamente,
mientras la sangre fluía.