Respiró profundamente,
memorias de una vida.
Y soñó quedamente,
soñó que vivía.
Creció solo en un mundo
donde no era bienvenido,
su madre muerta en un
accidente absurdo,
y su padre siempre
bebido.
Dicen que fue por eso,
que anduvo por el mal
camino.
Alcohol, drogas y
excesos,
que le hacían sentirse
vivo.
Nunca tuvo muchos amigos,
y los que consiguió, no
los mantuvo.
Solo en el frío,
entre nubes de niebla y
humo.
Pero todo eso cambió,
cuando la conoció a ella.
Inundó su mundo de color,
y espantó a las
tinieblas.
Le hizo creer que podía,
cambiar, tener fe,
liberarse,
forjar una nueva vida,
donde no existiera el
antes.
Pero el pasado siempre
acecha,
esperando paciente el
momento,
buscando una brecha,
para destrozar todos los
sueños.
Tal vez fue por dinero,
tal vez por envidia;
pero una noche en medio
del silencio,
le atraparían sus
pesadillas.
Solo hizo falta un
disparo,
de una sombra en medio de
una calle vacía,
nadie vio el resplandor
claro,
de una historia que se
diluía.
Respiró profundamente,
memorias de una vida.
Cayó silenciosamente,
mientras la sangre fluía.